LOS TRES HOMBRES LLAMADOS...
"Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor." 1 Corintios 13:13
Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas barbas sentados frente a su jardín. Ella no los conocía y les dijo: No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor entren a mi casa para que coman algo.
Ellos preguntaron: - ¿Está el hombre de la casa? No (respondió ella) no está. -Entonces no podemos entrar - dijeron ellos.
Al atardecer, cuando el marido llego, ella le contó lo sucedido.
- Entonces diles que ya llegue e invítalos a pasar.
La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa.
- No podemos entrar a una casa los tres juntos explicaron los viejitos
- ¿Por qué? - quiso saber ella.
Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó:
- Su nombre es Riqueza. - Luego indico hacia el otro. Su nombre es Éxito y yo me llamo Amor. Ahora ve adentro y decida con tu marido a cual de nosotros tres ustedes desean invitar a vuestra casa.
La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron. El hombre se puso feliz:
- ¡Que bueno! Y ya que así es el asunto, entonces invitemos a Riqueza, dejemos que entre y llene nuestra casa de riqueza.
Su esposa no estuvo de acuerdo:
- Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito?
La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo con una idea:
- ¿No sería mejor invitar a Amor? Nuestro hogar entonces estaría lleno de amor.
- Hagamos caso del consejo de nuestra hija - dijo el esposo a su mujer - Ve afuera e invita a Amor a que sea nuestro huésped.
La esposa salió afuera y les pregunto a los tres viejos:
- ¿Cuál de ustedes es Amor? Por favor que venga para que sea nuestro invitado.
Amor se puso de pie y comenzó a caminar hacia la casa. Los otros dos también se levantaron y lo siguieron. Sorprendida, la dama les pregunto a Riqueza y Éxito:
- Yo solo invite a Amor, ¿por qué ustedes también vienen?
Los viejos respondieron juntos:
- Si hubieras invitado a Riqueza o Éxito, los otros dos habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a Amor, donde sea que el vaya, nosotros vamos con él. Donde quiera que hay amor, hay también riqueza y éxito
Yo estoy golpeando a tu puerta:
DEJAME ENTRAR..
Y...
... Yo llenaré tu casa de abundancia...